... y mira, qué sé yo. Me ha dado por resucitar el blog. Nada mejor que hacer cuando tienes un piso entero por limpiar, una novela que terminar, y un gato que ir a buscar al veterinario. Ohsícómomeaburro.
Y eso. Y las cosas van bien. Creo. El monstruito ha seguido viendo la luz. Una, no, dos veces. Llevo ya cerca de 900 páginas escritas, hoygan. Y L. se ha leído la mitad de ellas.
(L., no sé si llegaré a pagártelo alguna vez, chica. El monstruito y yo te estaremos eternamente agradecidos. Palabra).
Dato curioso: creo que me estoy volviendo a encaprichar con cierta persona. Cosas del verano.
Y creo que eso es lo que está influyendo en mi buena racha de inspiración.
Bleh.